viernes, diciembre 01, 2006

Al Silencio

Era una noche fresca de primavera en el cerro Concepción de Valparaíso. El profesor Rojas, acompañado de la soledad de su casa del puerto, corregía un alto de pruebas de castellano. Tic, cruz, cruz, tic y de repente bam! se corta la luz.

Rojas sale a la ventana de su escritorio en búsqueda de alguna luz en la oscuridad. Tal vez la luz de alguno de los barcos del puerto, pero nada. Solo el vacío. Como ni el mar escuchaba, imaginó que repentinamente alguien, algo superior había vaciado el mar, y tambien el cielo

Entonces respiró hondo y dijo,

Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaría para contenerte..........

Corrió a escribirlo, perfecta primera estrofa. De ahi toda la noche intentando la segunda, que nunca salió. Hoja tras hoja fueron llenando el papelero, pero no salió.

Solo meses después, arriba de un tren le llegó,

y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi diós,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.

La semana pasada tuve el enorme privilegio de participar de una conversación con el profesor Rojas, don Gonzalo Rojas. Unas 50 personas y él en un relato y luego una conversación mágica. Doy las gracias. Aprendí que las palabras que más le gustan son las esdrújulas..........

Al final de di la mano, me dio escalofrios, es como darle la mano a Neruda o Huidobro. Esta es para los nietos pensé. Sin duda lo es

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Estimado Guillermo
Te agradeceré que me puedas llamar
Cristian Versluys
Director Gerente
Holding Versluys
www.versluysltda.cl
+56978548775

10:39 p. m.  

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